Consejos para la cría del Can de Palleiro

En esta ocasión vamos a hablar de experiencias propias, sufridas y disfrutadas durante estos años criando nuestros palleiros.

Para nada estas líneas pretenden ser una norma dogmática de obligado cumplimiento ni tienen tampoco ningún interés científico, simplemente es un resumen de experiencias y casuística de casi 20 años dedicados a esta raza y otros tantos dedicados a otras razas de mayor  difusión.

Cuando nos acercamos al Can de Palleiro sería bueno hacerlo con una intención definida. Queremos una mascota, un perro para hacer deporte, quizás labores más especializadas (búsqueda  de drogas, terapia, etc.), o pretendemos contribuir decididamente a su recuperación y difusión y que el día de mañana nuestros perros sean reconocidos y admirados. Si estamos en el primer caso,  enhorabuena, tendréis un excelente animal con el que disfrutareis enormemente tú y tu familia en su larga vida con vosotros.

Si por el contrario lo que se pretende es continuar criando palleiros contribuyendo en su difusión y recuperación, enhorabuena también porque iniciáis un camino donde disfrutareis tremendamente aunque también tendréis momentos, y no  pocos,  de  frustración y desánimo.

Pero, por supuesto, toda historia tiene su comienzo y en este caso el nuestro será la elección de una buena hembra de cría que será la base de nuestro criadero. Para ello podemos hacerlo seleccionando una cachorrita de una camada programada o  intentar adquirir una perrita algo más mayor, de 8-10 meses, libre de enfermedades congénitas, con la boca cambiada y  que  ya apunta como va a ser de adulta y que se ajuste a nuestro ideal de Can de Palleiro.

En este caso lo mejor es acercarse a un criador que tenga ya cierto prestigio  bien ganado y cuyos perros se acerquen a lo que estamos buscando. Estos criadores suelen tener perros “a prueba” en sus criaderos y cuando hacen sus propios descartes pueden dejar salir a algún ejemplar que, sin duda, será de una excelente calidad y para nosotros será una oportunidad inmejorable de iniciar nuestra propia “línea”.

Pero lo normal es que estos criadores no se desprendan de una hembra prometedora y si lo hacen será desde luego a un precio bastante alto, así que suele ser una cuestión de confianza. Quién pretenda iniciarse en esta aventura debe primero conocer qué tipo de perro es el que le gusta y que criador o criadores lo están criando y acercarse a ellos con la intención de aprender de su experiencia y, con suerte y tiempo, poder tener una joven hembra de su casa a un precio razonable. Este mismo criador puede convertirse en nuestro “mentor”, figura muy popular en Inglaterra y que viene a ser como nuestro “maestro”. De él podremos aprender su buen hacer y sus consejos y a su lado introducirnos en el mundillo propio de la raza.

Si por el contrario hemos elegido el camino de empezar con una cachorrita debemos tener una larga conversación con su criador y explicarle nuestras intenciones con ella para recibir sus consejos, sin duda muy beneficiosos. Al mismo tiempo si se convierte en nuestro mentor-maestro y amigo, por lo menos al principio, debemos dejarnos llevar y aceptar sus directrices fruto de su experiencia.

Con nuestra futura campeona en casa, una buena práctica sería acudir y participar en las distintas exposiciones que se organizan y  poder así comparar nuestra perrita con otras de similar edad que también se presenten y compartir jornada y comentarios con otros propietarios.

Con el tiempo y seguro que tras haber ganado en varias exposiciones, ha llegado el momento. Nuestra hembra tiene  2 años o quizá más y no podemos esperar más, queremos tener ya nuestros primeros cachorros que nos van a iniciar en la cría del Can de Palleiro así que hay que buscar el padre adecuado. Como a cualquier padre que se precie que opina que ningún  candidato es bueno para su hija, así nos va a pasar a nosotros con nuestra hembra.

En este momento es muy bueno acudir a nuestro “amigo-mentor”  y dejarnos orientar acerca de cuál sería el mejor futuro padre de nuestros cachorros.

Se trata de una difícil y seria elección puesto que en cada cruce intervienen 2 partes y con frecuencia se ven excelentes hembras cruzadas con mediocres machos y al revés, mediocres hembras cruzadas con excelentes machos.

Puede ser que tardemos dos o tres camadas en saber si estamos en el buen camino, lo que no significa que tratemos a nuestra hembra como una máquina de hacer cachorros y nuestro criadero se convierta en una abominable “puppy farmer” o granja de cachorros. Lo que sucede es que para saber si estamos consiguiendo lo que queremos tendremos que esperar a que nuestros cachorros crezcan e incluso saber si estos cachorros son capaces, a su vez, de transmitir sus virtudes a su descendencia. En este punto no está de más recordar que la principal virtud de un buen criador  es la paciencia.

Retomando la elección del padre de nuestros cachorros debemos escoger el animal que más se acerque a nuestro ideal de la raza, si puede ser de la misma línea que nuestra hembra y, si es posible y ya ha tenido descendencia anteriormente intentaremos visitar estos hijos. No es necesario cruzar nuestro ejemplar con el super-campeón de turno, ni tampoco con el que tenga el pedegree más completo y relevante porque puede no ser compatible con la madre de nuestra camada o incluso que no sea capaz de transmitir sus buenas cualidades. Dicen los criadores ingleses que el perro adecuado es el que no destaca por nada pero es correcto en todas sus proporciones.

Existen diversos métodos de crianza como el “line breeding” que postula la consanguineidad controlada entre los reproductores para conseguir la fijación de un tipo de perro concreto  o el “in-breeding” que es un método de crianza en consanguineidad cerrada (padre-madres con hijos), que consigue la fijación de un tipo de perro en un solo cruce. No es un método aconsejable para criadores novatos puesto que lo mismo que se fijan las virtudes, también se fijan los defectos y estos pueden ser incluso de tipo genético y no son visibles a simple vista.

En nuestra casa, cuando buscamos un macho para un cruce, lo primero que  valoramos es que el perro nos guste y se aproxime a nuestro palleiro ideal según cada tipo de capa, para esto es muy útil acudir a las exposiciones y  ver las páginas en las distintas redes sociales donde los propietarios muestran fotos de sus perros. A continuación es imprescindible ver el pedegree del candidato. Nosotros tenemos nuestros perros “guía”  que son los animales que más nos gustan y a los que nos gustaría que se pareciesen nuestros cachorros, corrigiéndoles sus defectos, y siempre miramos si estos perros están  en el pedegree del futuro padre y sobre todo en qué posición para ver su posible influencia en la progenie. Además también intentamos ver sus posibles hijos y quién es su madre. 

Pues bien, después de ver muchos pedegrees, fotos, perros en vivo y tras darle muchas vueltas, nos decidimos por el galán que nos parece más adecuado para nuestra hembra, hacemos el cruce y a los 60-63 días nacen los cachorros.

En casa cada camada es un acontecimiento. Los partos suelen empezar al atardecer y se pueden prolongar toda la noche, incluso hay madres que esperan para empezar a parir a que alguien de la familia esté presente  porque se sienten más seguras en esos momentos. Este día ya sabemos que toca una noche sin dormir.

Normalmente solemos controlar “la vida en la perrera” con unos simples transmisores/receptores de los que habitualmente se usan con los bebés en muchas casas. Cuando a través de este aparato escuchamos los primeros llantos, vamos a hacerle compañía a nuestra  perrita y ayudarla en lo posible a ella y a sus cachorros. Casi nunca hay complicaciones, incluso ni con las primerizas y en el momento del parto la propia hembra lo hace todo aunque a veces la ayudamos nosotros abriendo la placenta y cortando el cordón umbilical para no dejar que la madre se las coma todas por la diarrea que le provocan, pero no suele ser necesario. En cuanto van naciendo los perritos y después de que la mamá los chupetea y asea correctamente, una costumbre que tenemos es ponerlos en una caja aparte y a la vista de la madre con una bolsa de agua templada cubierta por una toalla, con esto evitamos que los cachorritos se ensucien contantemente con la llegada de cada nuevo hermano y además la perra puede concentrarse en cada nacimiento.

Como todos los manuales aconsejan, la futura madre debe disponer de un lugar adecuado para ella y sus hijos que esté limpio, sea confortable y al abrigo de corrientes y humedades. En nuestra casa disponemos de parideras amplias y cómodas para esta situación y nos decidimos por hacerlas alicatadas hasta el techo, al igual que el resto de los caniles, para evitar en lo posible infecciones y presencia de cualquier tipo de plaga como pulgas, garrapatas, piojos, etc., además de por su fácil limpieza que hacemos pasando primero la aspiradora para quitar el pelo muerto y después con la fregona de toda la vida y lejía de uso doméstico. Para los parques exteriores utilizamos desinfectante industrial y agua a presión.

Otro aspecto importante es empezar a trabajar la socialización de los cachorros desde muy pronto y un hábito que solemos practicar es conectar la radio o la televisión durante unas horas y a media voz para que los cachorros se acostumbren a distintas  voces y músicas además de tocarlos con frecuencia y siempre respetando sus horas de descanso.

Cuando nuestra campeona ha terminado es el momento de relajarse, pero por poco tiempo. A partir de ahora para el futuro criador y para los que ya llevamos algún tiempo, empieza una temporada de esperanza e ilusión pero también puede ser de frustración y decepción porque ha llegado el momento de comprobar si  la apuesta que hicimos cuando cruzamos nuestra hembra se ha resuelto satisfactoriamente o no y lo iremos observando todos los días según vayamos viendo crecer los cachorritos y, si ha salido bien, se nos planteará el dilema de dejar en casa a ese pequeño peludo/a que nos entra por el ojo para continuar nuestra dinastía y acertar o no,  pero eso es lo bonito y adictivo de esta afición.

Suerte y ánimo para todos los que os decidáis por esta maravillosa raza.

AldeaVella (Cans de Palleiro)

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